Para disfrutar de Islandia en su totalidad hay que sentir su mar, no en vano estamos en una isla. Y no ya sólo por el intenso de su azul, el misterio de su horizonte vikingo o la espectacularidad de sus acantilados, sino por la vida que atesora, algunas de cuyas perlas pueden llegar a medir 33 m y pesar 190 t.
Por supuesto, nos estamos refiriendo al animal más grande que parece ser ha existido en el planeta, la ballena azul (Balaenoptera musculus), alguno de cuyos escasos ejemplares del Atlántico Norte suelen acercarse de cuando en cuando y penetrar en fiordos y bahías.
Ahora bien, hemos de confesar que para encontrarse con este enorme rorcual es necesario un golpe de suerte, de esos que a veces ocurren. Sin embargo, otros cetáceos son más frecuentes y es bastante fácil verlos a escasos Km. de la costa en diferentes puntos de la isla, incluso desde la misma orilla.
Hay diversos lugares desde donde realizar avistamientos: Reykjavik, Husavik, Reykjanes, Hafnafjordur, Vestmannaeyjar, Sjoferdir… Nosotros y nosotras lo haremos desde Husavik navegando por la bahía de Skjálfandi, desde mi punto de vista, uno de los mejores lugares para disfrutar de un buen encuentro, aunque ya sabéis, los animales están en su medio natural, no es un acuario, por lo que nunca se puede garantizar nada al 100%. ¿Qué especies se pueden ver en Islandia? Ahí van, junto con la probabilidad de avistamiento (A alta; M madia; y B baja) y el porcentaje de avistamientos desde Husavik.














Para ayudaros en la identificación de cetáceos, tres estupendas guías y un sitio web.

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