lunes, 22 de junio de 2009

¡Ah! Pero… ¿se hace cine en Islandia?

Sí. Quizás no se rueden muchas películas al año ni su filmografía despunte entre las de mayor calidad del mundo, pero sí, Islandia, además de prestar su paisaje como plató, también nos deja su talento plasmado en celuloide.

Aunque la actividad cinematográfica islandesa no es nueva, sí es cierto que son escasas las obras que se han hecho en décadas pasadas y menos aún las que han traspasado el océano que nos separa de la isla. No es hasta los 90 cuando empiezan a realizarse películas de cierta entidad capaces de tener repercusión.

Este despertar al mundo del cine islandés comienza con el que quizás sea su mejor director hasta la fecha, Fridrik Thor Fridriksson. Tras Blancas ballenas (1987) y Ángeles amables (1990), alcanzó su consagración para la crítica con Hijos de la naturaleza (1991), una historia de rebeldía y amor otoñal que llegó ha ser nominada al Óscar a la mejor película extranjera. Después vendrían, entre otras, Fiebre helada y La Isla del diablo (ambas de 1995), Ángeles del universo (2000) y Halcones (2002). También de la década de los 80 podemos destacar La sombra del cuervo, un film de primitivos guerreros de 1988 dirigida por Rahn Gunnlaugsson.

Otro veterano es Hilmar Oddsson con su Lágrimas de piedra (1995) y su más reciente Frías luces (2004). Pero es en los últimos años y de la mano de un puñado de jóvenes directores, cuando nos ha sorprendido el despertar de unas imágenes que parecían no existir.

Así, el más conocido, uno de los más prolíficos y con mayor proyección de los directores actuales es, sin duda, Baltasar Kormákur. De padre catalán y madre islandesa, Kormákur dirigió a Victoria Abril en la traslación al cine en el año 2000 de 101 Reykjavík, la novela de su paisano Hallgrímur Helgason. Sin dejar de filmar en 2002 llega El Mar, en 2005 Verdades ocultas, en 2006 Jar Cuty Myrin, y en 2008 White night wedding.


Otro de los directores destacados es Dagur Kári cuya Nói el Albino (2002) ha merecido varios premios internacionales (Rotterdam, Gotemburgo, Angers…) y calificativos como extraña, fresca, diferente o, como la calificó un crítico francés, “poesía lunar”. De Kári es también Dark horse (2005), rodada en danés, y cuya banda sonora, al igual que la anterior, es del grupo Slowblow cuyo líder es el mismo Dagur.








Más directores y directoras interesantes son Ragnar Bragason (Children, 2006 y Parents, 2007), Valdis Oskarsdóttir (Country Wedding, 2008), Solveig Aruspach (Back soon, 2008), o Agúst Gudmundsson, Gísli Snaer Erlingsson y Oskar Jónasson.


Aunque no se trate de un islandés sino de l`enfan terrible del cine europeo, el danes Lars von Trier, no podemos de dejar de recomendar una de sus últimas películas, El jefe de todo esto, una comedia un tanto surealista del mundo de la empresa donde islandeses y daneses nos dejan una muestra de sus no tan amistosas relaciones.





Finalmente hemos de destacar uno de los últimos descubrimientos, Olaf de Fleur Johannesson y su celebrado docudrama The amazing truth about Queen Raquela.


Si tenéis curiosidad por ver algunos trailers, podéis pinchar en http://cineuropa.org/newsdetail.aspx?lang=es&documentID=86492

1 comentario:

  1. espectacular, son de esas películas que no se encuentran facilmente... yo aquí ya me he conseguido Children of Nature y 101 Reykjavík, pero Nói esta verdaderamente imposible

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